La Ceja es un municipio religioso por tradición, conocido como “El Vaticanito” por la cantidad de feligreses que profesan esta religión y por contar con varios seminarios de formación sacerdotal.
La Semana Santa es una época del año importante para toda la comunidad eclesiástica; propiamente en La Ceja, con el pasar de los años, esta celebración de la Semana Mayor fue tomando importancia ya que anteriormente solo existían dos parroquia “Hace 30 años solo existía la Basílica Menor Nuestra Señora del Carmen y la Parroquia de San Cayetano y por lo recogido que era el pueblo la Semana Santa se celebraba en conjunto, por ejemplo la procesión de los ramos salia de San Cayetano y terminaba en el Parque Principal, la procesión del sepulcro empezaba en el parque y terminaba en la Parroquia de San Cayetano, toda la comunidad se recogía entorno a una sola procesión”, cuenta el Pbro. John Fredy Córdoba Bedoya.
A pesar de ser un pueblo pequeño, cada parroquia tenía sus propias celebraciones; sin embargo, las celebraciones externas eran compartidas “Anteriormente en La Ceja había una tradición muy hermosa y era que el martes santo se realizaban dos viacrusis, uno que salia desde la Basílica y otro que salia desde San Cayetano y terminaban los dos la última estación en el cementerio, allí se ponía al señor en el sepulcro de manera compartida por las dos parroquias”, agrega el sacerdote.
En el municipio, la tradición durante la Semana Mayor siempre la han llevado las mismas personas; es decir, cada año los que cargan el señor caído, hacen el descendimiento de la cruz y visten a la Virgen son los mismo, es una tradición que va de generación en generación con las mismas familias.
La Semana Santa en La Ceja ha presentado cambios en cuanto a logística; sin embargo, la celebración sigue siendo la misma conservando las tradiciones del municipio.